MALAS COMPAÑIAS, MALOS CONSEJOS

Mientras un día estaba navegando por una de las redes sociales, me encontré una imagen que me llamó la atención, ya que ponían con imágenes lo que entendían por un perro educado pero lo que ahí se veía era una falta de coherencia absoluta ya que el no cumplimento de los estándares marcados, por el autor de la imagen, hablan más de un perro con problemas de conducta que con un perro no educado. La imagen era la siguiente:



Iremos marcando punto a punto cada una de las imágenes para argumentar las razones que explican que esto no es un perro educado, salvo algunos puntos:
  1. No tirará de la correa al pasear: CIERTO. Un perro educado es aquel que puede caminar sin tirar de la correa pero para ello debe ser su familia la que le enseñe a no tirar ya que las correas, collares y arneses son sistemas antinaturales y requieren de un proceso de aprendizaje. Enseñar a no tirar de la correa no tiene nada que ver con castigar tirar de la correa, que es la acción que se ve cotidianamente en la calle.
  2. Paseará tranquilamente al lado de su dueño: CIERTO. Esto no significa que un perro tenga que ir, literalmente, pegado a su guía como algunas personas creen. El perro debe de ir tal y como fuese si estuviera suelto pero habiendo una correa de por medio. La palabra dueño denota propiedad y creo que los perros no son una propiedad  como un objeto. El papel de la persona debe ser el de guía y su denominación en todo caso, será el de responsable legal.
  3. Ha de saber sentarse y no echar las patas para saludar: FALSO. En este punto, dependerá del proceso que le hayamos enseñado al perro. Casi todo el mundo acostumbra a los cachorros a recibir atención y afecto poniendo sus dos patas delanteras sobre las piernas de la persona y en ese momento a todo el mundo le parece muy “mono”. Luego cuando crecen, esta costumbre que han creado las personas resulta molesto. Un perro educado es aquel que puede estar estable sobre sus cuatro patas ante la presencia de otras personas sea parado o durante el paseo.
  4. No ladrará en exceso, no gruñirá ni morderá a sus dueños: FALSO. Se debe entender que el gruñido no es una agresión por parte del perro porque es un medio de comunicación. Si los gruñidos se corrigen y se castigan fisicamente, sea como sea, obligamos al perro a inhibir este sistema de comunicación hasta a llegar a morder. Un perro puede haber sido educado de un modo correcto pero la aplicación de técnicas incorrectas, tales como las basadas en la dominancia y la aplicación de castigos o toques, son el inicio de estos procesos. En este caso, no hay que reeducar al perro, se debe buscar una modificación de conductas.
  5. No perseguirá motos, ciclistas, gatos, etc: FALSO. Un perro que persigue objetos que no son propios de cazar como motos, ciclistas, corredores…. es un perro que sufre problemas conductuales y que nada tiene que ver con ser educado. Un perro que jamás haya sido educado, no perseguirá este tipo de objetos. Perseguir gatos depende de sus experiencias en relación con estos animales.
  6. No ha de pelearse con otros perros: FALSO. Un perro que no se pelea con perros es un perro equilibrado que es algo totalmente independiente de ser educado. Si un perro se pelea con miembros de su misma especie, debemos pensar que tiene problemas de conductas cuyo origen debe ser diagnosticado por un profesional. La naturaleza intrínseca del perro es evitar los conflictos tanto con perros como con humanos así que no es necesario un programa de educación para ello. Seguro que muchos recuerdan los típicos perros de pueblo y, curiosamente, sin ser perros educados, nunca se pegaban con el resto de perros del pueblo.
  7. Ha de permanecer tumbado y quieto el tiempo que sea necesario: FALSO. El tumbarse y las permanencias son conductas de un programa de adiestramiento en el que entran diversos factores a tener en cuenta como programas de refuerzo, conceptualización de conductas y cambios de entorno. La educación y el adiestramiento son dos conceptos totalmente diferentes que algunos profesionales confunden habitualmente.
  8. Con los niños será un buen compañero y no les gruñirá ni les morderá: FALSO. Un perro equilibrado que vive en un entorno con niños que han sido educados en el respeto hacia los perros, es decir, no le tiran de la cola, no le dan patadas,no lo acosan… jamás tendrán este problema sin necesidad de un programa de educación. Solo cuando los adultos desplazan al perro, lo corrigen y lo castigan es muy probable que aparezcan estos problemas y la solución, como en otras ocasiones, no es educar al perro. Y volvemos al mismo punto que antes, gruñir no es una agresión (muestra de la falta de formación en comunicación canina del autor de la imagen).
  9. No romperá enseres de casa: FALSO. Un perro que presenta conductas destructivas tiene varias causas entre las que son más frecuentes: la falta de estimulación, ansiedad por separación, paseos de baja calidad, dolores físicos… pero nunca es una cuestión de no educación.
  10. Si está dormido y pasamos por su lado, no ha de enfadarse: FALSO. Que grado de amenaza debe ser una persona para un perro que, estando dormido, el acto de acercarse a él suponga una amenaza.¿Qué es enfadarse? Aquí deja un hueco libre de imaginación que puede llevar a numerosas interpretaciones. Cuando este punto sucede, se debe considerar que se ha hecho mal para que el acto de acercarte a él deba considerar que debe defenderse.
En conclusión, ante un perro que no cumple estos puntos, un mal diagnóstico puede tener consecuencias terribles para la evolución y recuperación del perro. Tenemos un artículo que explica lo que es un perro educado http://echaleunapata.blogspot.com.es/2014/11/educar-o-adiestrar.html . En las ocasiones que la intervención se hace posterior al trabajo de otro profesional, debido a un mal diagnóstico y trabajo,  se puede comprobar que el perro ha generado mayores problemas que los que tenía ya que para muchos de estos profesionales la clave es instaurar un programa de adiestramiento que más parece un programa militar en lugar de deparar en cual es el origen y cómo intervenir en la verdadera causa que ocasiona los problemas como se ha podido comprobar en la foto que es el pilar de este artículo dónde hablan de educar y en la mayoría de los puntos es una modificación de conductas.

Nos vemos en el siguiente artículo.


 Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León


"El adiestramiento en positivo, no solo es premiar, es respetar"






CUESTIÓN DE MODAS

¿TODOS SON ADIESTRADORES EN POSITIVO?



La oferta en el mundo de adiestramiento es muy amplia y variada pero cada vez son más los que denominan su trabajo como adiestramiento en positivo. Resulta muy curioso que ninguno hable de adiestramiento tradicional o basado en los principios de la dominancia. Esta claro que trabajar en positivo es la mejor opción pero vivimos en un país en el que la picaresca es un componente arraigado desde hace siglos y en el que una etiqueta da autorización para hacer lo que se quiera ante los ojos de una persona que desconoce las técnicas.

El clicker es una herramienta asociada al adiestramiento en positivo

Para que un adiestrador, educador o profesional trabaje en positivo hay varias cuestiones que deben coincidir en su metodología:
  1. Resulta fundamental e imprescindible que cuando el perro hace algo que no es lo deseado no puede emplear tirones de correa, correcciones verbales de cualquier tipo (véase shhh, no, eh…), emplear collares de castigo o educativos (de ahorque, ahogo, de pinchos, de descargas, vibración…), dar la vuelta sobre sí mismo al perro (alpha roll) y no puede tocar al perro salvo que sea para dar afecto.
  2. No solo una persona trabaja en positivo porque de golosinas o premios de comida al perro cuando lo haga bien. Se deben entender toda clase de refuerzos positivos y saber emplearlos en tiempos y formas.
  3. No puede haber métodos basados en los miedos o evitación para que el perro atienda, obedezca o deje de hacer cosas. 
  4. Se debe tener en cuenta al perro en todos los niveles. Una persona que ignore la parte emocional de un perro a la hora de trabajar con él, nunca puede trabajar en positivo.
  5. Ha de conseguir razonar por qué el perro no es un animal cuyas relaciones sociales con su especie y otras especies estén basadas en la dominancia y sumisión, y explicar cualquier acción considerada por los defensores de esta caduca idea en una base real, lógica y científica.
  6. Nunca se debe dejar al sujeto en cuestión trabajando con el perro sin supervisión de la persona porque puede suceder que lo que se haga sea muy diferente a lo explicado.
Existen diferentes tipos de refuerzos positivos
No vamos a entrar en cuestiones legales, si la empresa o el sujeto está en base a la legalidad fiscal o no. Lo importante es enseñar a los futuros clientes, a esas personas que acuden a un profesional para que le ayude que sepa juzgar y valorar la verdad de las etiquetas porque el adiestramiento en positivo es una simple etiqueta que se ha intoxicado a causa de esas personas carentes de ética y moral. Por lo tanto, si un adiestrador o educador no cumple los 6 puntos anteriores no trabaja en positivo y, si fuese el caso, se acude a él o ella para solucionar problemas de conducta, no realiza modificación de conductas, en todo caso, realiza inhibición de conductas que son dos conceptos totalmente diferentes y que emplean métodos opuestos.


Nos vemos en el siguiente artículo.


Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León


"El adiestramiento en positivo, no solo es premiar, es respetar"



EDUCAR O ADIESTRAR

Cuando una persona acude con un cachorro o con un perro adulto al mundo canino por necesidad o curiosidad se encuentra con un montón de terminología. Este artículo quiere aportar un punto de apoyo para que las personas decidan en lo básico: ¿debemos educar a un perro o debemos de adiestrarlo?

Un perro educado no tiene problemas para encontrar su sitio en la sociedad


No existe un manual o concepto en relación a que se puede entender por un perro educado. No obstante, empleando la lógica podemos dar una idea muy concreta sobre este concepto. Un perro educado es aquel que puede convivir en la sociedad actual sin generar ningún problema y pudiendo saber en todo momento, por sí mismo, las mínimas normas exigidas por la sociedad hacia ellos y aquellas que rigen la propia naturaleza del perro. Un perro educado es aquel que puede estar estable mientras su guía saluda a una persona, que es capaz de pasear de un modo relajado tanto él como su guía, que puede relacionarse con otros perros empleando todo su lenguaje para evitar conflictos e iniciar un encuentro agradable, que no se sube encima de personas, que puede estar suelto en un jardín sin escaparse ni crear conflictos acudiendo a la llamada si es necesario, que entra en establecimientos o viviendas y no existen conductas destructivas. Y para todo ello, el perro no ha de estar en altos niveles atencionales con el guía para saber gestionar las situaciones que se le plantean, es decir, no debe estar en un “modo trabajo”.

trickdogging


¿Y qué es un perro adiestrado? Un perro adiestrado es un perro especializado en una determinada disciplina o en varias. Esto puede ser OCI, agility, tareas de rescate, TAA, detección, pastoreo, mushing, RCI, mondioring…. Sin embargo, esta especialización no lleva implícita que sea un perro que sea educado. En ocasiones, los perros adiestrados están apartados de la sociedad, viviendo en fincas o en simples jaulas y saliendo solo a “trabajar”, es decir, haciendo aquello para lo que se les ha entrenado o especializado. Si vemos algunos de estos perros que están adiestrados pero no educados, por la calle en modo trabajo, son auténticos robots militarizados que no desvían su atención en ningún momento del guía. Su guía podrá hacer alarde de esa rigidez y disciplina pero será un perro sin relaciones sociales ni con los de su especie ni con los humanos, algo que se aleja de la verdadera naturaleza de un perro. Resulta fácil saber cuando están educados además de adiestrados: ver como se comporta el perro sin intervención del guía, sin que éste indique órdenes, comandos o señales verbales o gestuales que puedan informar al perro de qué hacer.

Todo esto parte de la base inicial que el perro no tenga problemas de comportamiento o problemas físicos que puedan afectar a su estado emocional, porque es injusto catalogar a un perro de “no educado” o “no adiestrado” cuando quizás sufre un problema que le impide ser un perro normal. En estos casos, hemos de solucionar los problemas antes de educar y adiestrar. Cada profesional puede argumentar lo que él crea más conveniente pero nuestra manera de ver y entender el perro en la sociedad actual nos hace afirmar que primero hemos de educar a nuestros perros para luego adiestrarlos si es necesario, si queremos darle un sentido a su necesidad de autorrealización si la propia raza lo requiere.


Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León


"El adiestramiento en positivo, no solo es premiar, es respetar"




LA DOMINANCIA: el líder de la manada



El modelo educacional y de adiestramiento canino basado en la idea de dominancia y sumisión es muy reciente en comparación con el tiempo que lleva el perro al lado del hombre. Seguro que muchos de vosotros, jamás ha oído a sus abuelos que este perro es dominante o que intenta dominar. Sin embargo, con la ayuda de unos programas televisivos y el miedo social a ser sometidos por nuestros compañeros cánidos ha hecho que esta idea adquiera fuerza. Resulta curioso analizar, que en cuanto el hombre ha entrado en este tipo de roll con los perros, el trabajo de modificación de conductas ha crecido de un modo brutal. Quizás el tipo de vida actual humana, analizando además desde un punto de vista de Freud, puede dar la clave de este éxito, la inseguridad y frustración humana a causa del ritmo actual de la sociedad.
¿Realmente conocéis a alguien que sea un esclavo de su perro? No he visto a nadie, cuando he acudido a su domicilio, que su perro le diga a la persona cuando comer, qué comer, cuando salir y dónde dormir. Si el perro quisiese ejercer ese papel dominante que le ha puesto este modelo, creo que no comería pienso, preferiría que su “esclavo” le diese todos los días un buen filete de carne crudo, preferiría dormir en el confortable colchón y desde luego no permitiría que nadie le dijese cuando marchar para casa.

¿Has visto una persona dominada por su perro?


La idea de emplear el “alpha roll”, es decir, poner tumbado boca arriba a un perro parte de un error de observación erróneo. Un perro se tumba boca arriba frente a otro por propia voluntad, no por obligación. Confundimos la sumisión con la buena educación cuando un perro no nos mira frontalmente. ¿Acaso, cuando tú, lector, te subes a un ascensor con un desconocido y no le miras a los ojos en el trayecto eres inseguro o muestras sumisión?¿No es más una señal de buena educación y evitación de conflictos?
Llegamos al tema comida. Tú, como macho alpha, has de quitarle la comida cuando creas oportuno a tu perro y éste se ha de mostrar tranquilo aunque lo hagas todos los días. Aquí podéis hacer un ejercicio de empatía con vuestra pareja humana. Todos los días cuando vaya a comer, quitarle el plato… no creo que en unos días tu pareja no empiece a llamarte desequilibrado e incluso te agreda por ser molesto e inestable. Análisis irónico, por si quedan dudas: el perro siempre te ha visto comer su pienso, por eso piensa que se lo vas a quitar en vez de ser que le estás molestando y tiene que indicarte de algún modo ese estado de displacer.
Que podemos decir sobre el tema de salir delante de nosotros por la puerta. Según el modelo dominancia sumisión, has de salir tu delante de tu perro. ¿Para qué? ¿Demostración de que la calle es tuya? ¿De que vas a cazar? Acaso tus hijos no salen delante tuyo de casa y no por eso sientes que pierdes autoridad. ¡Cuidado! Que si tu hijo sale delante tuyo de casa puede ser que acabe cogiendo todo tu dinero, dejándote sin comida y obligándote a dormir en esa cama de 90 en vez de en tu cama de 1,35. ¿No suena ridículo? Esta es la sensación que da una persona cuando repite esto delante de la puerta con su perro.
Cuestionarse cualquier modelo de educación o adiestramiento, como tantas otras cosas, es imprescindible para ver si es realmente práctico o absurdo. Muchas personas ejercen este modelo por lo que han visto en la televisión, por lo asesorado por un amigo y no por analizar el modelo en cuestión. Si quieres sentirte amenazado, piensa que muchas personas son abandonadas en asilos por sus hijos, desplumados económicamente, agredidos por un joven cachorro adolescente con exceso de testosterona (como sale en un programa televisivo sobre adolescentes). Sin embargo, no conozco a nadie que un perro le deje abandonado, que no muestre respeto y que no intente de un modo continuo evitar conflictos a pesar de la inestabilidad emocional y educacional de sus guías.
No debemos confundir el liderazgo de un padre de familia con el hostigamiento de un esclavista, aunque los dos en apariencia sean líderes, el trasfondo de su liderazgo es opuesto. Si volvemos a respetar a los perros como hemos hecho toda la vida, como nuestros abuelos, bisabuelos y anteriores generaciones, es posible que los perros dejen de verse como esa amenaza imaginaria para personas inseguras, llenas de miedo y cuya estabilidad emocional queda en entredicho.

"El adiestramiento en positivo, no solo es premiar, es respetar"



Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León



COMO APRENDEN LOS PERROS



Cuando aparecen adiestradores que emplean los mal llamados “collares educativos”, es decir, los collares de castigo y alguien critica estos sistemas de tortura, siempre reciben la misma respuesta de esa persona, estos son herramientas “educativas” que hay que saber usar.  Estos son justificaciones vacías sin argumentación basada en el aprendizaje de los perros. Cabe destacar que los perros no requieren diferentes formas de educar en relación a las razas. Los principios en los que se basan los aprendizajes de un perro como de cualquier otro animal con capacidades cognitivas, es decir, capacidades de aprender son:

  • Condicionamiento clásico (Paulov). Este aprendizaje es el más simple y consiste en asociar un estímulo neutro, sin significado previo, con un estímulo incondicionado, respuesta no controlada por el perro (salivar, dolor…) que tras sucesivas repeticiones quedan asociados, convirtiendo ese estímulo neutro en uno condicionado. Ejemplos: clicker y comida o bien el pitido que emite un collar de descargas y la descarga posterior o vibración.

  • Condicionamiento operante (Skinner y Thorndike). Se basa en los 4 paradigmas del condicionamiento. Positivo equivale a añadir y negativo a retirar. Ejemplos:      
    Principios básicos del condicionamiento operante
    • Refuerzo positivo: añadir algo a la escena para que aumente la conducta. Ejemplo: premio de comida, juguete o afecto tras realizar una conducta.
    • Refuerzo negativo: retirar algo para que aumente la conducta. Ejemplo: tensar la correa que está unida al collar hasta que el perro se siente y  en ese momento retirar esa molesta tensión de correa.
    • Castigo positivo: añadir algo para que disminuya una conducta no deseada. Ejemplo: cachetes, talonazos, tirones de correa, tirones de collar de pincho, de ahorque, descargas eléctricas…
    • Castigo negativo: quitar o no dar refuerzo para disminuir la conducta no deseada (la ausencia de refuerzo positivo conlleva este castigo). Ejemplo: retirarle su actividad favorita en ese momento, el apartado social, volver para casa si está en un parque jugando…
Hay que tener en cuenta que a la hora de aplicar un castigo positivo es necesario la precisión, la intensidad adecuada y la clara asociación entre la acción y el castigo. Esto es inviable, ya que el entorno en el que sucede este tipo de asociaciones es incontrolado por el guía, deberíamos meter al perro y el guía en un entorno “vacío”. Por ello, sucede que toda conducta corregida mediante castigos positivos tiende a extinguirse pero deriva siempre en otras conductas impredecibles y más difíciles de manejar. Ejemplo práctico y común: si usas un collar de ahorque, estrangulamiento o cualquier otro collar de castigo, y tu perro tira de la correa para acercarse a saludar al perro, el guía aplica un tirón fuerte y preciso (porque le han enseñado como castigar conductas) que produzca un dolor en la traquea para que cese el tirar pero tras varias repeticiones lo que aprende el perro es que los perros están asociados a ese dolor que siente en el cuello y, si deja de tirar, cosa que dudo, si que desarrollará como muchas veces hemos comprobado, comportamientos agresivos hacia perros.

Este artículo pretende dar una idea sencilla sobre los pilares esenciales en cualquier sistema de aprendizaje, responda al adiestramiento en positivo o a las líneas tradicionales. Se podría hablar de extinción, evitación, generalización, discriminación, aprendizaje cognitivo emocional… pero no es el fin de este artículo. 


Por lo tanto, analiza en que se basa cada sistema de adiestramiento o educativo y responde a las siguientes preguntas sobre el sistema empleado: ¿qué hace, añade algo o quita algo a la escena? ¿cómo lo hace, emplea castigos o refuerzos? ¿cuál es su fin, aumentar o disminuir las conductas? Con esas tres preguntas respondidas, puedes buscar cuál es el principio que emplea de los anteriores explicados y con ello y sus consecuencias a medio y largo plazo, toma la decisión que creas más conveniente pero ten en cuenta que si el camino se “tuerce”, la culpa no será de tu perro.


Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León

"El adiestramiento en positivo, no solo es premiar, es respetar"




EH, TÚ!!!!!! .....


¿Cuántos de vosotros no habéis escuchado esta “coletilla" como inicio a un aleccionamiento de comportamiento cívico? Las personas que convivimos con perros tenemos menos derecho, para algunos ciudadanos, que el resto de personas que no tienen perro. Esto es frecuente en las ciudades cuando las personas que compartimos nuestra vida con un perro vamos paseando por un ambiente urbano. La excusa es sencilla, que nuestra perra realiza micciones en la acera, que un perro hace sus deposiciones y las recoges, a diferencia de algunas personas que aprovechan cualquier matorral para usarlo de baño público, cuando olfatean a alguien o, simplemente, cuando miran a una persona. Resulta que esa acera pública, que todos los contribuyentes pagamos por igual, aunque en este punto podríamos matizar que todo lo que está relacionado con un perro tributa a un 21% de IVA,  se convierte en un sólo segundo en un gueto privado, dónde ese aleccionador reclama su derecho de propiedad. Sin embargo, no hay legislación alguna que prohiba la realización de hábitos higiénicos en las aceras siempre que se recojan aquellos que correspondan, pero muchas personas ante esta provocación callamos como puro acto de inteligencia emocional.
Ahora bien, ¿os imagináis qué sucedería si actuásemos como esa persona que llama la atención y nos acercásemos a un conductor que se acaba de saltar un semáforo, que aparca en un sitio de minusválidos o en un vado que no es suyo que, básicamente, incumple una norma de tráfico? Seguramente que ni se nos pasaría por la cabeza hacerlo, porque sería muy probable que recibiésemos una respuesta contundente y en algunos casos hasta llevase a una respuesta violenta. ¿Y si llamásemos la atención a alguien que tira una basura al suelo? Parece ser que sólo molestan los perros o que somos ciudadanos de segunda para muchas personas. 


En la gran mayoría de casos, los perros están al día en vacunas, limpios, bien alimentados…no se puede considerar que sean un foco de infección. Además el mundo de los perros aporta a la sociedad un bien indiscutible cuando hablamos de perros guías, de perros de terapia, de perros detectores, de perros de rescate…los perros colaboran con el hombre para salvar vidas, para ayudarlos cuando la sociedad parece que les da de lado.
Estas personas personas que se encaran con los que compartimos la vida con los perros, ¿serían tan consecuentes que renunciarán a una ayuda cánida si en un momento de su vida es necesario? El reflejo de una sociedad avanzada es aquella en la que se respetan todas las formas de vida, no solo las humanas, dejando que coexistan con ellos sin interferir en su desarrollo y parece ser que, en España, para algunas personas, vivimos en la prehistoria dónde el hombre ha de reclamar su espacio frente a otras especies.
Con este artículo no pretendemos dar un alegato a la rebelión. Queremos plasmar la incongruencia cívica de personas que pretenden ser ejemplo de algo que queda muy alejado de su forma de vivir y expresarse y qué aquellos que lo sufren, que lo sufrimos, vean que no sólo les pasa a ellos. Quizás la siguiente foto sea la solución:  
 
Esta forma de paseo evita que el perro pise las aceras

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Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León

María Vega de Dios,
Licenciada en Historia y antropóloga


CORREAS EXTENSIBLES: ventajas y desventajas

Correa Extensible

Cada día es más común ver a muchos perros , de todos los tamaños, que son paseados con este tipo de correas. Teóricamente estas correas surgen para dar “cierta libertad” al perro en sus hábitos exploratorios y sociales sin perder el control sobre él. Sin embargo, si atendemos a las instrucciones de uso que marcan los fabricantes, vemos que estas recomendaciones chocan frontalmente con las necesidades del perro. Para que fuesen adecuadas para las necesidades de cualquier perro, independientemente de su raza, deberíamos buscar la distancia deseada, bloquearla y dejar esa distancia fija siempre que saliesen los perros a la calle. Si tienes una de ellas o estás pensando en comprarla o renovarla ten en cuenta las siguientes ventajas y desventajas para tomar tu decisión.
Entre sus ventajas que nos podemos encontrar con el uso de estas correas: 
  • Correa de longitud variable en un mismo sistema.
  • Control en jardines y calles sobre perros que no tienen una obediencia básica.
Entre sus desventajas encontramos que 
  • Peso excesivo frente a correas no extensibles de longitudes similares.
  • Abrasión sobre personas y perros al enredarse en piernas y patas.
  • Posibilidad de rotura del freno con el peligro que ella conlleva en determinadas situaciones.
  • Debido a su sistema retráctil, el perro aprende de un modo continuo a llegar a todos los sitios tirando.
  • Posibilidad de lesión a medio y largo plazo si se utiliza con collares al intentar recoger la correa.


Correas de 10 metros
Me gustaría enumerar más ventajas pero no las encuentro y en el apartado de desventajas he enumerado las principales aunque daría para más líneas. Por lo tanto, si tienes una de ellas y sufres el problema tan habitual de que “tu perro tire de la correa”, baraja si es la mejor opción; puede ser que llegues a la conclusión de que una correa larga, no extensible, es mucho mejor para cualquier perro independientemente de su raza y tamaño. Todo el mundo debería de tener unas nociones básicas sobre manejo de correas, sobre cómo enseñar de un modo positivo, es decir, sin castigos, sin tirones de correa, sin collares de castigo, sin dar gritos al perro… como no tirar de la correa, pero ese es otro tema para otro artículo.


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 Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León



INTERNET NO ES UN ADIESTRADOR

LO QUE NUNCA NADIE TE CONTÓ




    Tenemos la suerte de vivir en la era tecnológica pudiendo acceder a miles de páginas de información de cualquier tema sin movernos del sitio. Tenemos esa suerte …y nuestros perros tienen esa desgracia. Analizando la situación actual de muchos de los perros que viven con nosotros, podemos observar que las ciudades cada vez tienen más normas que les afectan, restringiendo en muchos casos las zonas en las que pueden estar sueltos, dejando espacios más pequeños para que se relacionen o socialicen y, si esto no fuese poco, sus familias viven cada vez más deprisa, más estresadas, afectando, significativamente, todo ello en su calidad de vida.
Este compañero y miembro de la familia empieza a manifestar un comportamiento no deseado, algo que incomoda a algún miembro de la familia o a todos. Primero, la familia ve un par de programas de la televisión, en la que una persona vende su método, basado en un halo de deidad que le hace obrar milagros en los perros, tratándolos como su líder, basándose en métodos que en algunos casos lleva al perro a la indefensión aprendida. Lo prueban y ,en el mejor de los casos, no hay mejora alguna. Mientras, se encuentran además con personas en esos momentos de esparcimiento canino en los que ellos te dan la “mejor solución”, esa piedra filosofal de 5 minutos de explicación que soluciona todos los problemas sin tan siquiera ver al perro; pero de nuevo el consejo falla y su paciencia se sigue consumiendo.
“Se acabó, es hora de tomárselo en serio” dicen. Se ponen delante del ordenador y teclean en el buscador: “Cómo ……” y para cubrir todas las opciones, abren un post preguntando en algún grupo del Facebook cómo solucionar este problema. Una ola de información inunda la pantalla y las personas explican sus experiencias, sin que expliquen cual era el origen del problema que intentaron solucionar y si esto lo arregló. Empieza el experimento, sustituyendo la rata de laboratorio por el perro de la familia y a diferencia de un experimento científico, las personas no tienen paciencia para ver si el método funciona y rápidamente cambian de técnica, lo que provoca confusión en el perro y la bola de nieve, en que se ha convertido el problema, empieza a crecer de manera incontrolada con cada cambio de método.
Te puedes preguntar por qué siempre en la búsqueda de la solución aparecen el mismo tipo de respuesta, que se encuadra en la idea de dominancia y sumisión o en la metodología del castigo; la respuesta es muy sencilla de explicar, si buscamos una respuesta en un buscador, que se encuadre en la filosofía y metodología del adiestramiento o educación canina en positivo, es muy difícil encontrarla porque no hay soluciones genéricas que se puedan aplicar a un problema. En esta metodología se busca el origen del problema y aunque aparentemente en varias familias, el problema para el que buscan solución es “mi perro tira de la correa”, la causa de este problema puede ser tan amplia en espectro como:
  • El perro tira de la correa porque se ha creado un historial de reforzamiento.
  • El perro tira de la correa porque tiene miedo a personas.
  • El perro tira de la correa porque tiene miedo a vehículos.
  • El perro tira de la correa porque se han asociado paseos a pura excitación.
Y así un montón de causas para un mismo problema. ¿Crees que todas estas causas pueden tener una misma respuesta en el buscador que solucione el problema? Por esta razón, nosotros, como otros muchos “positivistas”, no podemos dar una solución sin estudiar el caso en persona.




No se puede buscar soluciones  en un buscador para un ser vivo como es un perro, porque un perro vive y siente, a pesar de que haya personajes televisivos y personas que consideran que los perros son animales simples, que no piensan ni sienten, sin estudio científico que avale su prehistórica teoría, y no podemos buscar un manual como si fuese un robot o un programa informático de diseño que descargando un par de documentos nos permite alcanzar un éxito en la resolución de un problema.
Si tienes un problema con tu compañero canino y necesitas solucionarlo porque te afecta en tu día a día, busca ayuda en un profesional que pueda detectar el origen del problema  y diseñe un plan de trabajo que respete a tu perro a todos los niveles, tanto física como emocionalmente, y que pueda ayudaros a descubrir que se puede enseñar a superar problemas sin castigar ni corregir.


"El adiestramiento en positivo, no solo es premiar, es respetar"


Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León








CORREAS, PASEOS Y PERROS

¿Y QUÉ PROBLEMA TIENE?
QUE TIRA DE LA CORREA


Así comienzan muchas llamadas de las personas que se ponen en contacto con nosotros tras la presentación. Que un perro tire de la correa, cuando vive en la ciudad, es algo muy común. Y digo que viven en la ciudad porque normalmente los perros que viven en zonas menos pobladas, como son los pequeños pueblos, no suelen tener este problema porque suelen desarrollar su vida y convivencia con personas y perros de manera más libre, sin sistemas tan artificiales como correas y collares. Nadie se puede engañar, el perro no está destinado a ir atado, por lo que o nos tomamos en serio enseñarle las normas que tienen la correa y el collar o arnés o un perro no está genéticamente evolucionado para traer este aprendizaje innato como sucede por ejemplo con la caza.
Una pregunta que suele recibir la persona que me dice que su perro tira de la correa es: ¿le has enseñado a no tirar de la correa? No solemos deparar en esta reflexión cuando nos quejamos de que tira de la correa. A todo el mundo, desde que somos pequeños nos enseñan las normas básicas para vivir en la ciudad: cuando cruzar una calle, cómo cruzar, qué significan las luces de los semáforos… ¿No resulta curioso que enseñemos a nuestros hijos todo esto durante años y no dediquemos el más mínimo de tiempo a enseñar a un perro a que no tire de la correa?
Suelen hacerse cursos para corregir este mal hábito: enseña a tu perro a que no tire de la correa, cómo pasear con tu perro… En principio, la idea del curso es válida pero hay algo que normalmente no se explica o que muchos adiestradores a día de hoy obvian por desgracia: tirar de la correa puede que no sea un problema sino un síntoma de un problema mayor. Si que hay un porcentaje de perros en los que es un problema, pero en otro porcentaje más alto es un síntoma asociado a otros que pasan desapercibidos para la familia del perro. Tirar de la correa puede ser una manifestación de una mala asociación creada a los paseos, de excitaciones creadas por el guía, de miedo a muchas cosas: a la calle, a la densidad de tráfico o personas, a otros perros… Detectar este origen es la clave para conseguir unos resultados sólidos a medio y largo plazo. Quien se centra en solucionar un problema, aunque sea del modo más amable posible, sin trabajar en el origen de ese problema, es decir, en el problema real y no el manifestado, pondrá un parche que se caerá transcurrido un tiempo.
Un mito o leyenda popular es que el remedio para todos los problemas de un perro es el ejercicio, lo típico que se suele decir, “perro cansado, perro feliz”. Esto es falso. Un perro cansado es un perro cansado y si no tira de la correa es porque en ese momento a nivel físico está agotado pero que cuando se recupere volverá a tirar de la correa. Si entráis en esa dinámica, cada día y cada semana, tendrá que hacer más ejercicio para cansarse y no habréis solucionado el problema, habréis conseguido un atleta del más alto nivel físico.
Enseñar a un perro a que no tire de la correa es algo más complejo que el propio acto en perros adultos, si cuando han sido cachorros no se ha enseñado de manera amable y respetuosa con ellos a no tirar de la correa. Enseñar de manera amable y respetuosa es no dar tirones de correa, no corregir con las típicas expresiones como “Chssssss”, “Noooo”, “Ehhhh!”…., no usar collares de ahorque o de castigo como son los de pinchos o de descargas, también llamados por los que los usan RC o radio control porque suena más políticamente correcto.
Si tienes este problema o conoces alguien que lo tenga y queréis solucionarlo o bien acaba de llegar un cachorro y y queréis que no suceda, poneos en contacto con un profesional que sepa detectar el origen del problema y que lo solucione, respetando al máximo al perro sin aplicación de castigos ni basándose en principios tan arcaicos y desfasados como la dominancia o la sumisión.
El paseo con los perros tiene que ser uno de los momentos de mayor relajación con ellos, no una tortura o castigo para vosotros o ellos. Nos vemos en el siguiente artículo. 

"El adiestramiento en positivo, no solo es premiar, es respetar"


Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León

Cachorros. Una gran responsabilidad

CACHORROS

UNA GRAN RESPONSABILIDAD


Los cachorros si algo tienen en común, independientemente de la raza, es que son un manantial de energía. Todo es nuevo: su nuevo hogar, su entorno, olores, personas…incluso las normas que van a regir toda su vida, porque no se nos puede olvidar que los cachorros desconocen estas normas. Que el camino que andéis juntos, sea duro o sencillo, solamente depende de vosotros mismos. En este punto de inicio hay quién os dirá que este momento es en el que “hay que enseñarle quién manda”, es decir, visto desde un punto de vista real, a ese cachorro le tenéis que demostrar que no hacer lo que le dicen traerá consecuencias serias y graves. Ahora bien, podéis enseñarle algo más respetuoso, digno y consecuente con la naturaleza del perro, mostrarle que tu eres un auténtico compañero, un referente.

Los cachorros son un bloque de arcilla virgen, no tiene formas ni grietas, está esperando que las experiencias vayan dando forma a ese bloque. Tenemos dos opciones, tomarnos nuestro tiempo para moldear de manera suave y progresiva para que cada forma se mantenga en el tiempo como hemos querido o hacer las formas de manera precipitada y sin haber dejado que absorba el agua ese arcilla y obteniendo por ello grietas en el molde que no dan la forma que deseamos.

Es en los primeros días cuando más dudas tienen las personas: cómo conseguiré que haga los hábitos higiénicos en un punto de la casa, cómo conseguiré que responda a su nombre, cómo jugar de manera adecuada, cómo conseguir que se duerma cuando está a altas horas de la noche el cachorro desbordado de energía… Y la pregunta que más nos formulan es ¿a qué edad puede empezar la educación y/o adiestramiento? Desde luego, nuestro planteamiento empieza un paso más allá y creemos que el trabajo empieza antes de que el cachorro ponga sus patitas en casa. Este es el punto en el que se debería de comenzar con un éxito. Si aún así, ya está en casa, cuanto antes comience mejor, ya que, de este modo,  empezaremos a dar una forma adecuada y resistente a ese molde que es el cachorro.

Un programa de cachorros completo es aquel que cubre todas las necesidades físicas y emocionales del nuevo miembro del hogar tanto a corto como a medio plazo. Las necesidades a largo plazo sólo dependen de la constancia de sus compañeros de vida, vosotros. Tenemos que desdeñar la idea de que los perros vienen con un programa pre-instalado de obediencia, el  programa obediencia 2.0, que sólo se ejecuta cuando damos los comandos que activan las secuencias.

Por lo tanto, un cachorro no sólo es un hermoso perrito que será el centro de miradas durante un tiempo, un cachorro es una responsabilidad que va más allá de que tenga unos horarios de salida. Esto no significa que sea obligatorio o necesario contratar los servicios de un adiestrador, ya que hemos visto perros adultos que son ejemplos de convivencia y únicamente han utilizado algo que hoy en día está en desuso, la lógica. Pero si no sabes bien como conseguir enseñar al cachorro las normas básicas que regirán su vida, si es recomendable que acudas a un adiestrador o educador canino que sepa mostrar a las personas y a los animales las herramientas para conseguir todo esto, siguiendo un principio básico, el respeto al cachorro. Nunca necesitáis emplear el castigo o métodos de presión para enseñar, por que lo único que enseñaréis a vuestro cachorro es a quién tiene que temer.

Disfrutad de vuestros cachorros, va a ser un año intenso lleno de emociones y de nuevas experiencias que viviréis juntos. Nos vemos en el siguiente artículo.



Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León

"El adiestramiento en positivo, no solo es premiar, es respetar"