UN DÍA DE TERROR



Se acerca el final del mes de octubre y con ello, llegamos a una fiesta que en la última década ha ido adquiriendo importancia, Halloween. Esta fiesta, como todos sabéis, se celebra disfrazándose la gente de manera aterradora, convirtiéndose las calles en un lugar de peregrinación de personajes inusuales y, a veces, rocambolescos.

Algunos aprovechan para disfrazar también a sus perros, con la idea de pasar un rato gracioso. Pero ¿qué hay de los perros? ¿Piensan esas personas si el perro pasa un mal rato o se siente incómodo al ser disfrazado o si lo está pasando realmente bien? Sabemos que para los perros el collar, el arnés y la correa no son sistemas naturales que lleva un proceso de habituación, un proceso en el que se acostumbra de manera progresiva a su uso y, de repente, alguien le coloca un montón de tela, con formas diversas sin previa preparación. ¿Parece exagerado? Solo se debe reflexionar como se comporta un perro cuando le colocan un collar isabelino por una causa médica y comprenderá a lo que nos referimos.

Por otro lado, tenemos las calles llenas de gente disfrazada que para los ojos de un perro puede ser complejo de asimilar ya que puede ver  formas y objetos diversos que no suelen ser frecuentes de ver. Los perros son animales, como otros, que todo aquello que se sale de lo normal, es decir, aquello que ven todos los días, son posibles amenazas y en consecuencia se activan los sistemas de supervivencia. Por lo tanto, este día resulta muy difícil de llevar para perros con bajos niveles de autoseguridad o perros con otros problemas de comportamiento.

Si se quiere disfrazar a un perro o salir con él por las calles llenas de gente disfrazada se debería poder responder sí a las siguientes preguntas:
  • ¿Disfrazar a tu perro no causa ninguna respuesta ansiogénica?
  • ¿Eres capaz de detectar si tu perro comienza a sentirse nervioso con un disfraz?
  • ¿Sabes detectar en un paseo si a tu perro le supera el entorno por el que paseas?
  • ¿Sabes cómo reducir las posibles consecuencias de una situación ansiogénica?
Si en alguna de ellas la respuesta no es afirmativa, el consejo es deja a tu perro en casa, no lo disfraces por tu mera diversión y cuando llegue su hora de salir de paseo, busca un horario tranquilo o un lugar apartado de esa fiesta. No es una cuestión de amargar la fiesta a nadie, todo el mundo tiene derecho a divertirse y disfrutar pero… los perros también tienen derecho a vivir tranquilos, sin que exista la más mínima justificación de hacerles pasar un mal rato porque sea un sólo día. 


Nos vemos en el siguiente artículo.


Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León

"El adiestramiento en positivo, no solo es premiar, es respetar"