LOCOMOTORAS URBANAS




Era una tarde de verano y nosotros estábamos en clase con un perro que, siendo adulto, había estado poco o nada en la ciudad, por lo que estábamos trabajando la habituación a estímulos. De repente oímos llegar un tren hacia nosotros: 


¡Chsss! ¡No! Chsss ¡Quieto! !Chsss! ¡Ven aquí! ¡Chsss! Tranquilos, no hace nada….



Giramos ante el anuncio de la llegada del tren de vapor, por si debíamos apartarnos para evitar el atropello inminente, y vemos un pastor alemán joven seguido muy de cerca por una persona joven.

Lo primero y más sorprende es que su perro iba suelto por medio de la ciudad pero él no dejaba de machacarle el oído para que siguiera su paso. ¿ No sería más sencillo llevarle atado, ya que así, además de cumplir lo que establece la ley, tu perro dejaría de tener el chistido continuo y percutor al lado de su oreja? (El oído de un perro es más sensible que el nuestro)

Lo segundo, y más típico en este tipo de combinaciones, es que el pobre perro llevaba un collar de pinchos al cuello. ¿Por qué lleva un collar de castigo si tu perro, según tus palabras, no presente ningún tipo de problema? (A veces la razón es que deje de tirar de la correa, otras…). En la corta mente de estos sujetos está la idea de someter a un perro al yugo de un verdadero líder de manada.

Si nos olvidamos de lo que dice la locomotora humana y observamos al perro, vemos que la calle le supera, pero no por lo estímulos sino por la tortura del collar unida a la tortura de estar todo el paseo con un tío que no deja de corregirlo, añadiendo presión y coacción al propio paseo.

Al final dejamos que los perros se saluden, para que nuestros alumnos aprendan como manejar estas situaciones y el pastor alemán acaba gruñendo, a causa de todo este machaque, al perro con el que estábamos dando la sesión. Resultado: el pastor alemán recibe un fuerte tirón de collar hasta alzar su tren delantero para que lo último que recuerde es que el otro perro, en concreto, es dolor y el próximo día que lo vuelva a ver, sea lo primero que recuerde.

Quizás llegue un día que este perro viva en un país que la legislación prohiba este tipo de collares. Quizás llegue un día que este perro viva en un país que obligue a las personas a aprender lo que es un perro, Quizás…

Nos vemos en el siguiente artículo. 


Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León

"El adiestramiento en positivo, no solo es premiar, es respetar"