INUNDACIÓN O AHOGAMIENTO


INUNDACIÓN O AHOGAMIENTO

Ayúdale a superar sus miedos






Este mes vamos a analizar juntos una idea tradicional cuando llega un cachorro a casa y la aplicación que emplean algunas escuelas de adiestramiento de líneas tradicionales con perros adultos. No siempre estas técnicas tienen efectos secundarios, ya que dependen de la sensibilidad de los propios sujetos, pero hay que tener en cuenta los posibles efectos adversos cuando se expone a un perro a estímulos de manera descontrolada y masiva.

Cuando tenemos un cachorro, de todos es sabido que hay que sociabilizarlo, es decir, que conozca perros. Por ello, cuando el cachorro completa el programa de vacunas para poder pisar el césped de los jardines públicos, tomamos las riendas de su sociabilización y buscamos jardines con muchos perros. En este punto comienza, sin saberlo la persona, los posibles problemas porque buscamos la inundación y con ella, el posible ahogamiento. Antes de soltarlo entre perros, debes valorar qué tipos de perros hay en el jardín: perros adultos, perros jóvenes, cachorros, perros con problemas, perros equilibrados… Pero esto nadie nos lo ha dicho y soltamos al cachorro en medio del jardín. Muchos cachorros sufren de “bulling” con perros que los empujan, que les tiran de las orejas… o perros que no toleran a los cachorros y le “dan un susto” a nuestro cachorro. Recordad que los perros son seres que realizan asociaciones de todo su entorno, por lo que su experiencia y asociaciones en la gran mayoría de estos casos, es hay perros que les hacen daño, que les intimidan… y lo que tenía que ser una experiencia agradable y satisfactoria se ha convertido en un mal recuerdo que va a florecer la próxima vez que pise un jardín (recuerdo latente). No significa esto que a un perro no haya que sociabilizarlo, pero con cautela, siendo las claves para el éxito la progresividad y la observación.


Llegamos al punto de que el perro es adulto. Tenemos un perro con miedo a personas, por ejemplo, que lleven gorra y gafas de sol. Las líneas tradicionales del adiestramiento buscan un entorno para la aplicación del método: calle comercial de gran afluencia de personas a la hora con más bullicio (el mediodía de un sábado) y para asegurarnos el éxito un sistema de castigo como puede ser un collar de estrangulamiento o de pinchos. Podéis imaginaros  el desarrollo de esa clase cada vez que pasa alguien con gorra y gafas de sol. No sólo lo inundan, si no que el perro se ahoga y ese miedo se convierte en pavor, en cada aplicación de una corrección en forma de castigo. Y ese pavor se convierte a medio plazo en comportamientos agresivos hacia personas. Cuando esto sucede, culpan al perro en vez de culpar a ese “adiestrador” que puso la semilla de un problema mucho más grave. Esto sucede también cuando hay perros con miedo al agua, en vez de ir poco a poco acostumbrándolos, los cogen en brazos y los lanzan a mitad de un río para que no teman el agua. Esta costumbre las solemos ver con demasiada frecuencia y pocos perros acaban adorando así el agua.

En el primer post se habló de empatía y aquí vuelvo a él. Tienes miedo a las arañas por ejemplo. ¿Cuál crees que es mejor método para superar los miedos a estas arañas?¿Meterte en una habitación llena de arañas? ¿No es mejor acostumbrarse de manera progresiva y siempre apoyado de otras herramientas?

Busca siempre los métodos más respetuosos y amables  para el perro, ya sea cachorro o adulto, para respetar su estado emocional y físico. A un perro no se le ahoga, ni se le inunda, se le enseña a nadar entre sus miedos para que vuelva a llegar a tierra firme. Evita inundar de estímulos si quieres conseguir un éxito. El éxito o el fracaso está en tus manos. Disfrutad de vuestros perros, nos vemos en el siguiente artículo.



Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León