CONFLICTOS ENTRE PERROS. El morbo de la dominancia

¿Qué sucede con las relaciones entre perros cuando hay conflictos entre ellos? ¿Existe un perro dominante y otro sumiso? En muchos de nuestros artículos hemos aclarado que el pilar básico del comportamiento de los perros en relación con otros miembros de su especie o de otras no se rige por esas ideas desfasadas y carentes de lógica que hablan del papel de un dominante y un sumiso. Está claro que la gente no tiene porque saber sobre perros aunque sería recomendado cuando llega el primer perro a su vida, asistir a algún curso en el que se enseñen cosas como la comunicación canina, la relación entre perros, etc. No obstante, partiendo de esta premisa, las personas tienen una cualidad que puede permitir entender mejor las cosas, la lógica, una herramienta fundamental para que la vida de los perros fuese más sencilla, en lugar de pensar que todo el día están buscando su puesto de jerarquía en la vida, una tarea que sería realmente agotadora.


Se debe comprender que la jerarquía es básica en cualquier grupo de una especie aunque esto no significa que para establecer una relación jerárquica se deba de emplear la violencia o la agresión, características que las personas creen erróneamente. Mantenerse en lo alto de una pirámide jerárquica, mediante la agresión a otros posibles pretendientes, puede resultar un gasto tan grande de energía que la supervivencia del propio sujeto estaría en peligro y, sin embargo, los perros demuestran día a día que son grandes economizadores de energía por lo que esta idea resulta absurda.
Veamos casos típicos en los que la gente habla de dominancia, en relación a los perros, sean machos o hembras, para explicar las causas de conflictos entre dos perros:
  • Perros del mismo género que conviven en una casa.
  • Perros que se pelean en un parque sin haber más perros.
  • Perros que se pelean por una simple pelota o un palo.
  • Perros que se pelean o gruñen por un simple premio.
  • Perros que cuando se encuentran de paseo, se gruñen o se pelean.


En todos estos casos, las respuestas más comunes que encontramos son: “es que ese perro es muy dominante”, “se están midiendo”, “están demostrándose quién manda”… Todas estas respuestas carecen de lógica total porque si respondemos a unas simples preguntas queda claro lo absurdo del conflicto si atendemos a esa supuesta dominancia. ¿Acaso es ese lugar un territorio de caza o de reproducción? ¿ Lo es, la casa o la calle, o lo es toda la ciudad? ¿Acaso quieren coger el poder de la casa para luego dominar a la persona con la que conviven y que les prepare la mejor comida, dormir en el mejor lugar de la casa y salir cuando ellos quieran? ¿Acaso no son alimentados diariamente para que un simple premio sea la fuente de un conflicto? ¿Es un palo o pelota un recurso de primera necesidad para un perro y del que depende su supervivencia? No, ¿verdad? Resulta absurdo pensar entonces en dominancia para dar explicación a los conflictos entre perros aunque al ser humano le resulta morboso pensar que los perros se rigen por reglas que generan violencia gratuita y sin ningún fin para ellos.
Se debe recordar que el comportamiento de un perro, si intentamos simplificarlo al máximo, es que tiende a realizar aquello que le aporta algo y a extinguir aquellos comportamientos que no le aportan nada. Para explicar cualquier conflicto entre perros se debe de estudiar los detonantes, los entornos de convivencia, la gestión por parte de la familia con la que conviven el perro o los perros. Resulta más lógico pensar, por ejemplo, que un conflicto puede ser debido a unos niveles bajos de autoseguridad, por dolor causado en alguna enfermedad que sufra el perro, a falta de socialización, a miedo, a la aplicación de correcciones  y de castigos en unas primeras experiencias o conflictos con perros…. Como existen muchos posibles orígenes, aunque ninguno que hable de dominancia y sumisión, se requiere la intervención de un profesional y si ese profesional, al que acude la persona, habla de dominancia y sumisión, se debe buscar un profesional con formación actual.
En conclusión, más lógica y menos leyes naturales que has oído en el parque, tu convivencia mejorará y la calidad de vida de tus perros también.


Nos vemos en el siguiente artículo.


Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León

"El adiestramiento en positivo, no solo es premiar, es respetar"